El drama, sin drama, hazme el favor

En Diario de una adicta emocional

Madrid, 06 de noviembre de 2016

Ha venido mi prima a Madrid, Ele, la de ocho meses más que yo, la bruja intuitiva, la que me viene a la cabeza cada vez que presiento que algo va a pasar. Desafortunadamente casi nunca es algo bueno.

Ha venido con la lluvia, el frío, con P Kiri, Eli y dos amigas más. Cinco cuarentonas estupendas, de buen carácter y mejor talante, unido a un buen talento.

Sé que en esta ocasión la veo por un día, pero es suficiente para que rompa mi autismo sin rutina y mis elocuentes charlas con mi amiga, la Soledad.

Si Mapi estuviese aquí no me metería en este confort tan a menudo. Ella no me dejaría vivir en silencio con su conversación y retahílas de tareas enumeradas. Mapi habla con familiaridad de mi Soledad como si se la hubiese presentado, como si supiese cada peculiaridad de su carácter. Y yo le pregunto: ¿Pero la conoces Mapi? ¿La ves? Ella afirma con rotundidad, “Claro. La describes tan bien”.

Entonces, voy cogiendo consciencia de en lo que me estoy convirtiendo.

Hoy, después del fuerte abrazo, mi prima me ha preguntado por mi siguiente capítulo. Cuando hablo con ella lo hago con cierta cómica ironía porque esa es nuestra regla sin establecer: El drama, sin drama, hazme el favor.

Con esa actitud, tras pasar un día de lágrimas y los siguientes de rabia, ya cuento mis siguientes capítulos con resignada melancolía o con cómica ironía. Para hoy elegí la segunda. Mi prima y compañía no merecía menos que un poco de risa y sonrisa.

Y entonces, les conté. Para estos relatos hablados utilizo mucho los gestos, expresiones y miradas de Chaplin. Es lo que le da el toque cómico a la amargura de mi experiencia.

Les voy a enumerar cómo el presentimiento me va llegando mientras él me lanza señales cargadas de cariño, besos, caricias, abrazos y preguntas sospechosas. Nunca sabré si lo hace con conocimiento o no. Les voy a detallar las frases reveladoras que acaban con mi obligada paciencia y accionan el resorte de la pregunta directa.

Y comienzo mi burlesca actuación:

Sin entrar en detalles de cómo fue la conversación. Ni si quiera la recuerdo entera, les contaré lo que me dejó patidifusa.

Y, así introduzco a mi prima y a nuestra amiga mi reciente pasado. Acompaño la frase con  un toque de burla representado con grandes ojos inclinados hacia arriba, que con hilos imaginarios suben los hombros al unísono y retuercen una mueca en la boca de ‘esto es lo que hay’.

Mis espectadoras esperan tranquilas acompañadas de un blanco, sabiendo el final de una historia que desean conocer. Hago pausa con el vaso de vino en mis labios mientras rondeo un buen empezar:

A priori, suelto, A priori…

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s